Es habitual por parte del productor atribuir estos daños a la fertilización de las parcelas, en unas ocasiones a un exceso de abono potásico o a un exceso de abonado nitrogenado, pero lo cierto es que el daño se produce en los momentos iniciales de la formación del fruto y es entonces cuando se debe actuar.
Aplicar productos cuando empiezan a hacerse visibles los daños no suele resolver el problema, si las condiciones climáticas acompañan el proceso se ralentiza o se detiene, pero si las condiciones siguen siendo favorables (altas temperaturas) el proceso de rajado y clareta continúa.

Como recomendación general aconsejamos realizar una serie de acciones, no aseguran una reducción del 100% del problema, pero si que permitirán reducir de forma considerables los daños:

1) Asegurarse que nuestro sistema de riego funciona correctamente, filtros, presión, obturación de goteros, etc... son factores que pueden reducir la eficiencia de nuestro sistema de riego, llegando a reducir su eficiencia hasta un 75%, dejando a nuestro cultivo en una situación de estrés hídrico continuado.

2) En los momentos de formación del fruto, meses de mayo y junio, hay que evitar las situaciones de estrés hídrico en la planta, en el mercado existen gran cantidad de productos que nos permiten amortiguar las deshidrataciones de la planta. Por vía foliar productos con alto contenido en Prolina (Isabion) y productos con altos contenidos en Glicina betaína (Agristren Plus), acompañados por productos que mejoren nuestro sistema radicular como Amalgerol, Isabion y Rootex, nos ayudarán a mantener una buena hidratación en todo momento.

3) El calcio favorece la formación de una piel más elástica que se traducirá en una mayor resistencia, existen infinidad de formulados a base de calcio, es conveniente optar por aquellos de mayor calidad ya que serán los más asimilables por la planta, entre otros se pueden destacar Mainstay Ca, Carnival y Neostren. Aplicar este tipo de productos a última hora cuando el problema ya se ha manifestado no es una buena opción, nos debemos anticipar al problema.

4) Aplicar productos a base de silicato cálcico, es una tendencia en crecimiento y cada vez nos estamos encontrados más productos con diferentes concentraciones y formulaciones. Es muy importante saber cuales de ellos tienen capacidad para penetrar en la cutícula y separarlos de los que quedan en la parte externa ya que quedan expuestos a lavados y sin capacidad de penetración. En los momentos iniciales de formación del fruto se deben aplicar por vía radicular, pasando a la vía foliar en los momentos de división celular, en nuestra experiencia optamos por utilizar Barrier. En este momento se puede acompañar con Ac. giberélico.